En muchos bares, restaurantes, oficinas o comercios, el ruido excesivo puede generar una experiencia incómoda. Esto no solo afecta al bienestar de los clientes, sino que puede traducirse en una pérdida de fidelización y reputación. Por suerte, existen soluciones técnicas y decorativas para mejorar la acústica del local sin renunciar al estilo.
¿Por qué hay tanto ruido en algunos locales?
La mayoría de los problemas acústicos se deben a la reverberación, es decir, a cómo rebota el sonido en superficies duras como techos de pladur, cristales, azulejos, espejos o suelos de hormigón. Si el espacio no absorbe bien el sonido, se genera un ambiente ruidoso, incómodo y poco acogedor.
Aunque, el Documento Básico de Protección frente al Ruido (DB-HR) establece límites al tiempo de reverberación para nuevos locales de restauración, no lo hace para el resto de espacios. Sin embargo, existen infinidad de guías con valores recomendados para el tiempo de reverberación en todo tipo de locales.
¿Qué soluciones existen para reducir el ruido en un local?
La mejora del confort acústico puede abordarse en tres fases clave, según el momento en que se encuentre el local:
1. Fase de proyecto: diseño previo del espacio
Si el local aún está en fase de diseño o reforma, es el mejor momento para planificar su comportamiento acústico. Se recomienda contar con un ingeniero acústico que evalúe cómo afectarán los materiales decorativos (techos, suelos, paredes) al confort sonoro del recinto.
Mediante herramientas de simulación acústica, se pueden prever los tiempos de reverberación y proponer desde el inicio las soluciones óptimas: paneles absorbentes, techos acústicos, materiales fonoabsorbentes, etc.
Esto evita intervenciones correctivas costosas en el futuro y garantiza que el local cumpla la normativa desde el primer día.
2. Fase de funcionamiento: corrección de problemas existentes
Si el local ya está en funcionamiento y se ha detectado un exceso de ruido, el primer paso es medir el tiempo de reverberación in situ, con un sonómetro profesional.
Se realiza un estudio acústico basado en la geometría y las dimensiones del recinto, junto con el tiempo de reverberación medido, y se calcula la cantidad de material fonoabsorbente necesaria para alcanzar los valores óptimos.
A partir de ahí, la ingeniería acústica puede proponer soluciones personalizadas sin alterar la estética del local:
– Paneles acústicos decorativos en paredes o techos
– Islas flotantes acústicas
– Elementos textiles absorbentes (tapizados, cortinas gruesas)
La clave es integrar la solución acústica en la decoración existente, o incluso usarla como parte del diseño interior.
3. Fase de verificación: medir la mejora obtenida
Una vez instalada la solución acústica, es imprescindible realizar una nueva medición del tiempo de reverberación para comprobar la eficacia del tratamiento.
Si la intervención ha sido adecuada, el resultado será un local mucho más confortable, donde las conversaciones fluyen sin esfuerzo y el ambiente invita a quedarse.
¿Qué beneficios tiene un buen acondicionamiento acústico?
- Mejora la experiencia del cliente
- Crea un ambiente más acogedor
- Facilita la comunicación
- Aumenta el tiempo de permanencia
- Reduce la fatiga sonora de empleados
- Da una imagen más profesional y cuidada
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